(01) Antecedentes
(02) Pase a retiro
(03) Segundo pase a retiro
(04) Retiro definitivo
(05) Fuentes.
(06) Artículos relacionados.
Antedecedentes
Juan Manuel de Rosas era inflexible con los traidores, ladrones, hipócritas y charlatanes, pero tolerante con los que obraban con lealtad, sinceridad y valentía.
Un ejemplo esto lo vemos en lo sucedido con el oficial Eustaquio Frías, quien tuvo destacada actuación con los granaderos en las guerras de la independencia en el Alto Peru, participando junto a Lavalle en las batallas de Pasco, Callao, Riobamba y Pichincha.
Regresado al país, se incorpora al ejército en la campaña del Brasil y participa en las batallas de Ombú e Ituzaingó, alcanzando el grado de Capitán.
Participa luego en las guerras civiles, acompañando a Lavalle en la revolución decembrista de 1829 contra Manuel Dorrego y en la lucha contra Rosas. Participó en las acciones de Navarro y Puente de Márquez.
Pase a retiro
Tras el exilio de Lavalle, Estaquio Frías permanece en Buenos Aires y siendo del partido unitario le solicita a Rosas el retiro del ejército en los siguientes términos:
“Pertenezco al partido contrario al de V.E. y mis sentimientos tal vez me obliguen a traicionarlo, y para no dar un paso que me degrade, suplico a V.E. se digne concederme mi retiro.”
Rosas mandó a llamarlo, y le manifestó que le agradaba su franqueza. Le dona quinientos pesos y le concede el retiro, auque le advierte que cuando se halle necesitado, busque, no al gobernador, sino a Juan Manuel de Rosas.
Frías emigró en el año 1839, “no por temor al gobierno, que no me perseguía, sino a un enemigo de bastante influencia en la mazorca.”
Sin embargo, sus “sentimientos”, posteriormente lo obligaron traicionar a Rosas, y faltando a su palabra al no cumplir con el retiro concedido por Rosas, según se desprende de su actuación posterior.
Segundo pase a retiro
Desde su exilio voluntario en Uruguay, pasó a la provincia de Entre Ríos incorporado incorporándose al ejército de Lavalle en su “cruzada libertadora” contra Rosas. Fue uno de los oficiales del segundo ejército correntino contra Rosas, combatiendo en las batallas de Don Cristóbal, Sauce y Quebracho Herrado.
El general Lavalle lo nombró segundo jefe de la división del coronel José María Vilela, destinada a la campaña de Cuyo, con el grado de teniente coronel. En la derrota de Sancala fue tomado prisionero y conducido a pie hasta Buenos Aires, permaneciendo ocho meses encerrado en un calabozo del cuartel de Retiro. Fue liberado por pedido expreso del jefe de la escuadra francesa del Río de la Plata.
En marzo de 1842 se fugó a Montevideo, donde participó de la defensa de la ciudad durante el sitio impuesto por el general Manuel Oribe. Luego pasó a Corrientes a órdenes del general José María Paz, y se quedó allí después de las desavenencias entre éste y los Madariaga. Participó en la batalla de Vences, y tras la derrota, huyó al Paraguay.
Regresó al Uruguay cuando le llegó la noticia de la rendición de Oribe, incorporandose al Ejército Grande de Urquiza. Participó en la batalla de Caseros contra Rosas.
Apoyó la revolución del 11 de septiembre de 1852 y la defensa contra el sitio de Buenos Aires impuesto por los federales.
Fue destinado como comandante a la frontera oeste, con sede en Salto, y realizó varias campañas contra los indígenas a órdenes de Emilio Mitre. Mandó en jefe una importante campaña hacia la sierra de la Ventana en 1858.
Participó en la sospechosa victoria porteña en la batalla de Pavón, tras la que fue ascendido al grado de general, y regresó a la frontera.
No fue admitido en la guerra del Paraguay por su avanzada edad, salvo en breves misiones de intendencia y administración. Después de la batalla de Tuyutí fue ascendido al grado de general de división. Pero, molesto porque no se le permitía luchar, pidió nuevamente el pase a retiro.
Tercer pase a retiro
Fue ascendido a Teniente General en retiro en 1882. Dos años más tarde, fue nombrado comandante de la guarnición militar Buenos Aires, un cargo puramente administrativo. Ocupaba ese cargo cuando la revolución radical de 1890, pero no tuvo actuación alguna en la misma. Pasó definitivamente a retiro en diciembre de ese año.
Falleció en Buenos Aires en marzo de 1891. Sus restos descansaron en el Cementerio de la Recoleta durante 40 años, y actualmente están en el Panteón de las Glorias del Norte, en la ciudad de Salta.
Fuentes:
- Apuntes autobiográficos del general Eustaquio Frías. Revista Nacional. T.XIII
- Ibarguren Carlos. Juan Maneul de Rosas. Su vida, su drama, su tiempo.p.232
- La Gazeta Federal www.lagazeta.com.ar
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