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ALGUNAS FALACIAS
                          


(01) Bartolomé Mitre
(02) Joseph Goebbels
(03) Hermann Goering
(04) Adolfo Hitler
(05) Para finalizar
(06) Fuentes.
(07) Artículos relacionados.

Falacias repetidas

A lo largo de la historia, a través de libros, Internet, prensa y medios de comunicación en general, se han atribuido frases o hechos a ciertas personalidades, que nunca dijeron ni hicieron. Se utiliza la falacia propagandística contra enemigos o disidentes en general. En particular si las utilizó, por ejemplo, en la Guerra de la Triple Alianza contra Paraguay, y con virulencia como arma de guerra durante la Segunda Guerra Mundial, y posteriormente.

Citas fraudulentas atribuidas a Hitler y a otros líderes del Tercer Reich han sido ampliamente circuladas por años. Estas citas son de uso frecuente por los polemistas – de la izquierda y la derecha – para desacreditar a sus adversarios ideológicos, mostrando que los “nazis”[1] tenían opiniones similares. ( Nazi es un termino despectivo usado contra Los Nacional Socialistas, que nunca usaron ese término)

Una de las frases mas utilizadas fue la de "miente miente, que algo queda", atribuida a Joseph Goebbels, y que de tanto repetir esa falacia, muchos la tienen por cierta.

Esta táctica funciona porque la gente ha sido educada para creer que cualquier cosa que Hitler y otros líderes NS pensaron o dijeron era maligno, equivocado o malo, y que ninguna persona razonable o ética puede tener opiniones similares. He aquí un vistazo a algunos de los muchos comentarios falsamente atribuidos a distintas personalidade de la historia universal”.


Bartolome Mitre    
.     Bartolomé Mitre

Bartolome Mitre

"Paraguay invadió Corrientes sin previa declaración de guerra"

Esa frase, repetida hasta el cansancio, fue una patraña de Mitre para ganar el apoyo de una gran parte de la población que se oponía a una guerra contra Paraguay, especialmente en las provincias del interior.

Efectivamente; Paraguay declara "púbicamente" la guerra a la Argentina el 18 de marzo de 1865, y no solo lo hace públicamente, sino que envía a Buenos Aires un emisario, oficial del Ejército Paraguayo, con copia de la declaración de guerra. El emisario llega a Buenos Aires los primeros días de abril. Esto se supo, por cuanto el representante inglés en Buenos Aires, informa a su gobierno por nota del 8 de abril: "Se que Paraguay le declaró la guerra a la Argentina. Vi copia en manos del Ministro Rufino de Elizalde".

Incluso se sabía el lugar de la primera acción paraguaya, ya que el 3 de abril el gobierno Córdoba informa al de Buenos Aires: "Sabemos que Paraguay nos ha declarado la guerra, y que la primera acción será la ocupación de Corrientes".

¿Pero cómo actúa Mitre ante las circunstancias? Cuando el emisario llega a Buenos Aires con copia de la declaración de guerra, ponen prisionero al emisario hasta casi terminar la guerra y esconde la declaración de guerra y espera, hasta que el 13 de abril de 1865 Paraguay ocupa Corrientes. Entonces Mitre pone el grito en el cielo, y desde el balcón de su casa declara: "Tres días en los cuarteles, tres semanas en campaña y tres meses en Asuncion". En muchos que eran opositores a la guerra contra Paraguay se despertó el patriotismo por ser "Pais agredido". La mentira quedó instalada y repetida hasta el cansancio.

El diario Standard dice que “El presidente Mitre es un mimado de la buena fortuna, porque nada pudo hacerlo más popular que la coyuntura presente” (Castagnino Leonardo. Guerra del Paraguay. p.223) En realidad hubo algo más que suerte.

Guerra del Paraguay  - Leonardo Castagnino

Pero no solamente Paraguay no fue país agresor "sin previa declaración de guerra" sino que por el contrario fue país agredido por la Argentina mitirsta "antes" de la declaración de guerra. Para entonces, la Argentina mitrista ya era beligerante contra Paraguay, aun en contra de la oposición, sobre todo en las provincias del interior.

Las causas y antecedentes de la guerra, comenzaron mucho antes del año 1865, y en 1864 comenzó una agresiva campaña periodística de parte de Mitre y Sarmiento, entre otros, donde ya se hablaba de "El Atila Americano" (Solano López), "la talabartería de López" (por Paraguay)", de "Alianzas y cañonazos" y luego de la invasión de Venancio Flores y Brasil a la Banda Oriental, de que "El próximo paso es Paraguay". Todo esto editorializado públicamente, entre otros, por el periódico "La Nación Argentina" de Mitre.

En diciembre de 1864, el diario "La Nacion Argentina" editorializaba:

“Hemos explicado que la política de la alianza de 1851 es el punto de partida y la base en que reposa la política liberal en el Río de la Plata ¿Qué nos falta para alcanzar los propósitos de 1851? Que las repúblicas Oriental y del Paraguay den gobiernos liberales, regidos por instituciones libres”…”viene ahora el turno al Paraguay. El Paraguay, que es la negación de la alianza de 1851, se encuentra hoy, precisamente por eso, unida al gobierno de Montevideo” (diciembre 1864 La Nación Argentina. p.136.148)

Otro testimonio de que la guerra fue la continuidad de Caseros, nos lo da Pastor Obligado en el diario Tribuna, donde decía que la invasión de Flores “...no es la causa extranjera. Es el partido unitario en su lucha eterna con la mazorca, cuyo espíritu trasmigró a Montevideo…Lo que deseamos para esos hermanos es la libertad: un triunfo más completo que, como entre nosotros, no deje un Chacho ni un Urquiza”(Castagnino L. Guerra del Paraguay. p.165)

Pero independientemente de estas agresiones verbales y escritas, la Argentina mitrista era "beligerante contra Paraguay" en los hechos. Podríamos decir que el primer hecho contra Paraguay fue el acuerdo para formar una alianza contra Paraguay, que se llevó a cabo en la reunión celebrada en Puntas del Arroyo Rosario un junio de 1864, donde se reunieron Rufino de Elizalde, Venancio Flores, Saraiva y Thorton, representante inglés.

En 1894, Saraiva dirá en la carta a Nabuco, que la Triple Alianza “no surgió después de la “agresión” paraguaya a la Argentina en abril del 65, sino en las Puntas del Rosario en junio del 64” ….Su carta dice bien claro que “dichas alianzas empezaron el día en que el ministro argentino y el brasileño conferenciaron con Flores en las Puntas del Rosario (18 de Junio de 1864) y no el día en que Octaviano y yo, como Ministros del estado, firmamos el pacto". (1° de mayo de 1865)

José Mármol, representante argentino en Río de Janeiro, durante la polémica Mitre – Gómez en 1869, en cartas que le envió a ambos, les dice:

“El error es de fecha. La Alianza con Brasil no previene de abril del 65 sino de mayo del 64 (…) donde se estableció la alianza de hecho entre los gobiernos argentino y brasileño, en protección de la inicua revolución del general Flores contra el mejor de los gobiernos que ha tenido el Estado Oriental, y con el cual no había cuestiones que pudieran pasar de las carteras diplomáticas” (Castagnino L. Idem. )

En 1868 el Ministro Rufino de Elizalde declara ante el Congreso argentino:

“Había un acuerdo consignado en un protocolo celebrado entre el gobierno de la Confederación y el Imper io de Brasil para que en la eventualidad de una guerra entre Brasil y Paraguay se había de dar paso al Brasil por territorio argentino” (Castagnino L.Idem.)

El 18 de noviembre de 1864, Paraguay declara la guerra a Brasil. A partir de ese momento, la Argentina mitrista era efectivamente beligerante contra Paraguay. Cede a Brasil lugar en Corrientes para deposito de pertrechos y municiones: ordena al gobierno de Corrientes que censura la prensa y "facilite el envió de correspondencia brasileña en valija diplomática a nombre de Rufino de Elizalde " (contrabando de documentación de guerra en valija diplomática); niega el paso a Paraguay por territorio correntino para auxiliar a Uruguay (invadido por Brasil) pero permite el paso de la flota imperial para atacar a Paraguay. Y no solamente le cede el paso, sino que la abastece de bombas en pleno día en la rada del puerto de Buenos Aires, a finales de 1864 cuando Brasil bombardea Paysandú durante varios dias. Esto incluso esta confesado por escrito por parte de los brasileños participantes.

Cuando Paraguay le declara la guerra a Brasil en noviembre del 64, en Montevideo se festeja en las calles con banderas orientales y paraguayas. Los manifestantes llegan hasta la casa del representante paraguayo, que anuncia que “treinta mil paraguayos están en marcha para atravesar la estrecha banda de la provincia argentina de Corrientes que los separa del Uruguay”. El el representante francés Mainfellier se lo informa a su gobierno el 14 de diciembre de 1864, tres meses antes de la declaración de guerra y ocupación de Corrientes. Pero Mitre se hace el distraído. (Castagnino L. Idem. p.199)

Es decir que está perfectamente documentado, que la Argentina mitrista era "beligerante contra Paraguay antes de la declaracion de guerra" del 14 de marzo de 1864, y de la ocupación de Corrientes el 13 de abril de 1864.

El pacto de la Triple Alianza contra Paraguay se firmó el 1° de mayo de 1865, pero el acuerdo del pacto se hizo casi un año antes, en junio de 1864 en las puntas del arroyo Rosario, entre los representantes de los tres paises que formarian la alinaza, y el representante ingles Thorton.


Joseph Goebbels.    
Ministro de Propaganda alemán.    
Joseph Goebbels

Joseph Goebbels

Joseph Goebbels: “La verdad es el enemigo del Estado”

El Jefe de Propaganda de Hitler, Joseph Goebbels, supuestamente dijo:

“Si dices una mentira suficientemente grande y la sigues repitiendo, la gente eventualmente llegará a creerla. La mentira sólo puede mantenerse durante el tiempo que el Estado puede proteger a las personas de las consecuencias políticas, económicas y/o militares de la mentira. Así, resulta de vital importancia para el Estado utilizar todos sus poderes para reprimir la disidencia, porque la verdad es el enemigo mortal de la mentira, y por extensión, la verdad es el mayor enemigo del Estado”.

Rush Limbaugh, el popular comentarista de radio estadounidense, es sólo uno de los muchos estadounidenses influyentes que ha citado a esta cita. Durante una emisión en mayo de 2007 afirmó que estas declaraciones son “de sala de guerra de Hitler, El Jefe de Propaganda nazi, Joseph Goebbels,” que estaba “hablando en nombre de sus camaradas en el partido Nazi.”

Limbaugh llegó a afirmar que los líderes del Partido Demócrata estadounidense estaban usando “una versión” de la técnica de Goebbels para tratar de “reprimir la disidencia.” Y en enero de 2011 el congresista de EEUU Steve Cohen, un político del Partido Demócrata de Tennessee, acusó a los republicanos de propagar “una gran mentira, al igual que Goebbels”, sobre un proyecto de plan nacional de salud.

De hecho, los puntos de vista de Goebbels eran muy diferentes de lo que sugiere esta cita fraudulenta. Goebbels consistentemente sostuvo que la propaganda debe ser exacta y veraz.

En un discurso pronunciado en septiembre de 1934 en Nuremberg, Goebblels dijo textualmente:

“La buena propaganda no necesita mentir, de hecho no tiene por qué mentir. No tiene ninguna razón para temer a la verdad. Es un error creer que la gente no puede soportar la verdad… si pueden, es sólo cuestión de presentarles la verdad de una manera en que sean capaces de entenderla. Una propaganda que miente prueba que tiene una mala causa, y no podrá tener éxito en el largo plazo.”

En un artículo escrito en 1941, Goebblels citó ejemplos de declaraciones de guerra falsas de los británicos, e hizo notar que los propagandistas británicos habían adoptado la técnica de la “gran mentira”, que el mismo Hitler había identificado y condenado en su libro Mein Kampf. Goebbels escribió:

“El británico sigue el principio de que cuando se miente, se debe mentir grande, y se adhieren a sus mentiras, aun a riesgo de hacer el ridículo.”

El enemigo fue el que mintió, mintió para que "algo quedara"

Hermann Goering


Hermann Goering

Hermann Goering, un alto funcionario del Tercer Reich, es a menudo citado como habiendo dicho:

“Cuando oigo la palabra cultura, echo mano a mi revólver”

Reichsmarschall Goering (Göring), quien era el comandante de la fuerza aérea de Alemania, nunca habría dicho algo así. Junto con otros líderes de alto nivel del Tercer Reich, el estimaba las artes, y se enorgullecía de su apreciación de la cultura.

Esta cita es una distorsión de la línea de un personaje de la obra Schlageter del escritor alemán Hanns Johst. La línea original (traducida) es: “Cuando oigo [la palabra] cultura… Le quito el seguro a mi Browning!”

Una versión de esta cita se presenta en un escenario montado en “Why We Fight”, una película de propaganda de guerra del gobierno de los EE.UU., que sugieren que el típico “nazi” era un matón sin cultura, lo que es completamente falso.


Adolfo Hitler

Hitler y el Control de Armas

En un discurso que fue dado en 1935, Hitler supuestamente exclamó:

“Este año pasará a la historia. Por primera vez, una nación civilizada tiene un registro de armas completo, nuestras calles serán más seguras, nuestra policía más eficiente, y el mundo seguirá nuestro liderazgo en el futuro!”

Esta cita ha sido popular entre los estadounidenses que defienden el derecho constitucional de tener y portar armas. Se citó para desacreditar a los que apoyan las restricciones a la propiedad y el uso de armas de fuego. También es citado para apoyar a menudo la supuesta medida que Hitler y su gobierno usaron para reducir la posesión de armas en Alemania, y confiscar las armas en manos de ciudadanos particulares.

La verdad es bastante diferente. Cuando Hitler y su Partido Nacional Socialista tomaron el poder a principios de 1933, heredaron una ley de armas de fuego un tanto restrictiva que el gobierno liberal-democrática “Weimar” había promulgado cinco años antes. En 1938 el gobierno de Hitler revisó la ley anterior, aflojando las restricciones, reforzando los derechos de los alemanes a poseer armas propias. La confiscación de armas de fuego más exhaustiva jamás impuesta a los alemanes, se llevó a cabo al final de la Segunda Guerra Mundial por las fuerzas de ocupación de Estados Unidos y otras potencias aliadas victoriosas.

Hitler en ‘La ley y el Orden’

Se supone Hitler que dijo durante un discurso en 1932, poco antes de ser Canciller:

“Las calles de nuestras ciudades están en crisis. Las universidades están llenas de estudiantes rebelándose y disturbios. Los comunistas están tratando de destruir nuestro país. Rusia nos está amenazando con su fuerza y la República está en peligro. Sí, peligro desde dentro y desde fuera. Necesitamos la ley y el orden! Sí, sin ley ni orden nuestra nación no puede sobrevivir… Elíjannos y nosotros vamos a restaurar la ley y el orden. Haremos, por la ley y el orden, ser respetados por las naciones del mundo. Sin ley y el orden nuestra República fracasará.”

Esta cita, que tiene la intención de avergonzar y desacreditar a los que apoyan la “ley y orden”, fue especialmente popular entre los estadounidenses más jóvenes en la década de 1960 y principios de 1970. Al parecer, en los carteles de la película de 1971 “Billy Jack”.

En sus muchos discursos de campaña electoral en 1932 Hitler destacó los temas de la justicia, la libertad, el empleo y la unidad nacional, no “la ley y el orden.” Las universidades alemanas en 1932 no estaban “llenas de estudiantes rebelándose y disturbios.” De hecho, los estudiantes alemanes se encontraban entre los más fervientes seguidores de Hitler y su movimiento Nacional Socialista.

Adolfo Hitler

Hitler y la Conciencia

“Yo soy el hombre liberador de la quimera degradante conocida como conciencia”.

Se supone que Hitler lo habría dicho. Esta cita aparece ampliamente repetida, por ejemplo, en “The Great Quotations”, una colección supuestamente autorizada y compilado por el periodista y escritor judío estadounidense George Seldes. Es una versión de una frase atribuida a Hitler por Hermann Rauschning en su libro, The Voice of Destruction (Conversaciones con Hitler), que es una fuente de muchas citas fraudulentas supuestamente basadas en conversaciones privadas con Hitler que, en realidad, nunca tuvieron lugar.

El texto “original” de esta cita, presentado por Rauschning, es:

“La providencia ha ordenado que debería ser el mayor liberador de la humanidad, estoy liberando a los hombres de las restricciones de una inteligencia que se ha robado el cargo, desde la sucias y degradantes mortificaciones de una quimera llamada conciencia y la moralidad, y de las exigencias de la libertad y la independencia personal, que sólo unos pocos pueden soportar”.

De hecho, Hitler insistió repetidamente en la importancia de actuar con conciencia. Por ejemplo, en al menos tres discursos públicos diferentes, solo 1941, habló acerca de la actuación de acuerdo con su conciencia. Rudolf Hess, un amigo cercano y colega de confianza, dijo una vez que su devoción por Hitler se basaba en gran medida en su sentido de la firme conciencia de Hitler. En un discurso de 1934, Hess dijo:

“La conciencia de una personalidad moral es mucho mayor protección contra el uso indebido de una oficina que es la supervisión del parlamento o de la separación de poderes, no conozco a nadie que tenga una conciencia más fuerte, o más fiel a su pueblo, que Adolf Hitler… el más alto tribunal del Führer es su conciencia y su responsabilidad con su pueblo y con la historia”.

Hitler: “Destruid por todos los medios”

La película de propaganda del gobierno de los EE.UU., “Why We Fight”, cita a Hitler diciendo:

“Mi lema es: destruir por todos y cualquier medio. El nacionalsocialismo re-configurará el mundo”.

Esta es una versión de una observación atribuida a Hitler por Hermann Rauschning en su influyente libro. El texto “original”, presentado por Rauschning, es:

“Yo quiero la guerra. Para mí todos cualquier medio estará bien…” “!Mi lema no es: No lo hagas, cualquier cosa que hagas, molesta al enemigo!” “!Mi lema es: destrúyelo con todas y todos los medios¡” “!Yo soy el que va a hacer la guerra!”

Otra versión de esta observación inventada aparece en el libro de Hitler and Nazism (1961), por el historiador Louis Leo Snyder, quien fue profesor en el City College de Nueva York.

Hitler sobre el terrorismo:

Hitler a menudo ha sido citado diciendo:

“El terrorismo es la mejor arma política ya que para las unidades nada más duro que el miedo a la muerte súbita.”

Esta cita se basa en dos palabras inventadas en el libro de Hermann Rauschning mendaz, “The Voice of Destruction”.

Hitler: “Somos bárbaros”

Hitler ha sido a menudo citado como diciendo:

“Se refieren a mí como un bárbaro ignorante. Sí, somos bárbaros. Queremos ser bárbaros, es un título de honor para nosotros. Vamos a rejuvenecer al mundo. Este mundo está cerca de su fin”.

Este es otra cita fraudulenta de Hitler de la obra de fantasía de Hermann Rauschning.

Hitler y la “juventud brutal”

“Una juventud dominante, intrépida, brutal y violenta – eso es lo que busco… Quiero ver en sus ojos el brillo del orgullo e independencia, de la presa no tendré formación intelectual. El conocimiento es la ruina de mis jóvenes”

Esta observación ampliamente citada se incluye, por ejemplo, en George Seldes “The Great Quotations”. La fuente citada por Seldes es un elemento de la Nación por el popular periodista y escritor estadounidense John Gunther (1901/70).

De hecho, esta es una versión de una frase atribuida a Hitler por Hermann Rauschning, cuya obra imaginaria es una fuente de muchos falsas “citas”.

Otra observación fraudulenta de Hitler en este mismo espíritu y de esta misma fuente, igualmente citada por los Seldes, supuestamente autorizadas, es la siguiente:

“La educación universal es el veneno más corrosivo y desintegrador que el liberalismo se ha inventado para su propia destrucción.”

Estas observaciones distorsionan los puntos de vista verdaderos de Hitler. De hecho, la Alemania Nacional Socialista era un líder mundial en la ciencia, la educación, el arte, la música la tecnología y la medicina. Hitler fue admirado por algunos de los principales intelectuales de la época, como Knut Hamsun, Ezra Pound, Louis-Ferdinand Céline y Martin Heidegger.


Para finalizar

Para finalizar Una Frase con Más de Veinte Siglos de Historia

La expresión “Miente, miente, que algo quedará” circulaba todavía en los años '50, atribuida alternativamente a Voltaire y a Beaumarchais. El imperativo verbal no era interpretado, a la sazón, como un dictamen, sino como la cristalización de una sabiduría refranera. En refranes como “Cría cuervos...”, “Hazte amigo del juez...”, etc., el imperativo no indica de ninguna manera un mandato de criar cuervos o hacerse amigo del juez. Tampoco en este caso, el imperativo “miente” (ritualmente repetido dos veces) era interpretado más como una descripción de los efectos nefastos de la calumnia, aún después de desmentida. Dicha observación llevó a Borges en su “Arte de Injuriar”, a proponer directamente el desmentido como una de las formas más económicas de la calumnia.

Sin embargo, los primeros indicios más o menos claros de un texto que incluya el imperativo de calumniar y la previsión de sus irreparables consecuencias se remontan al siglo I. En el capítulo 4º del libro I de sus Obras Morales, Plutarco evoca a un detestado personaje histórico, Medius de Larisa, quien cinco siglos antes había sido consejero y amigo de Alejandro Magno. Plutarco, lo consideraba un halagador mentiroso, y hasta llegó a atribuirle el envenenamiento de Alejandro. Dice de él: “En efecto, les ordenaba a sus secuaces que sembraran confiadamente la calumnia, que mordieran con ella, diciéndoles que cuando la gente hubiera curado su llaga, siempre quedaría la cicatriz” [Plutarco, Obras Morales, libro I, Biblioteca Clásica Gredos Nº 78, p. 243].

Al leer este texto, a nadie se le ocurriría atribuir a Plutarco la responsabilidad enunciativa de la orden de calumniar. Es evidente que se trata del repudio de un discurso citado como ajeno. Por consiguiente, el calificativo que cuadraría a quienes repiten una mentira hasta que quede fijada como verdad, sería el de "medionistas", en alusión a Medius, del cual tampoco se sabe si pronunció alguna vez la frase que le atribuye pérfidamente Plutarco.

De Plutarco en adelante, la frase va rodando oscuramente durante toda la Edad Media, hasta quedar pulida, ya en el siglo XVII, como un “conocido proverbio”. Así lo atestigua Roger Bacon en su obra latina "De la Dignidad y el Desarrollo de la Ciencia". En el capítulo 2 del libro VIII, hablando de la “jactancia”, dice que se puede adaptar a su propósito lo que “se suele decir” (quod dici solet) sobre la calumnia: “Como suele decirse de la calumnia: calumnien con audacia, siempre algo queda”.

Como alocución proverbial, la frase latina siguió vigente por lo menos hasta el siglo XIX. Karl Marx, por ejemplo, en el capítulo 1, libro VI, de "El Capital", exhuma literalmente y en latín la segunda parte de la expresión evocada por Bacon, “semper aliquid haeret”, para indicar su esperanza de que “siempre algo quede” de sus hipótesis sobre la idea del “capital”.

En el siglo XVIII, Rousseau escenifica el proverbio en el libro I de sus Epístolas, poniendo en boca de un “famoso delator” la consigna siguiente: “Por más grosera que sea una mentira, señores, no teman, no dejen de calumniar. Aún después de que el acusado las haya echado por tierra, ya se habrá hecho la llaga, y aunque sanase, siempre quedará la cicatriz” (Epístola 1ª, “A las Musas”).

La ya mentada atribución a Voltaire es, en cambio, apócrifa. Las prédicas de la Derecha católica en la Francia del siglo XIX pretendieron amalgamar una anécdota puntual de la vida del filósofo con la autoría de la impía consigna. En 1736 Voltaire envió una carta a su amigo Thieriot pidiéndole que le ayudara a difundir el rumor de que su propia obra "L’Enfant Prodigue", representada en ese momento, pertenecía a otro autor. Por un justificado temor a represalias, Voltaire proponía endilgársela a su colega Gresset. Ruega, por lo tanto, a sus amigos que difundan la mentira salvadora, considerando que “una mentira pronunciada por una causa noble es una virtud”. Y concluye: “Mientan, mientan, amigos, y algún día les devolveré el servicio”.

Como se ve, se trata de un recurso ocasional a una mentira salvadora, y no de una consigna universal, ni siquiera bajo la forma de una ironía.

También es falsa la frecuente atribución de la frase a Beaumarchais. Como los defensores de esta posición dan referencias precisas (una réplica del organista Don Basile, en el “Le Barbier de Séville” de Beaumarchais), resulta muy fácil señalar con igual precisión su inexactitud. Si bien es cierto que en el tercer acto Basile profiere un largo discurso contra la calumnia, en ningún momento aparece la frase que se le endosa.

En el siglo XIX el dramaturgo francés Casimir Delavigne, en su obra "Les Enfants d’Édouard", reformulaba como una simple constatación la frase que había atravesado toda la Era cristiana: "Mientras más increíble es una calumnia, más memoria tienen los tontos para recordarla" (réplica de Glocester en el acto I, versos 299-300).

Y así llegamos a Goebbels. Pero este repaso de la Historia permite ya proponer un esbozo de conclusión. La frase ha sido acuñada en la Antigüedad entre veinte (Plutarco) y veinticinco (Medius) siglos antes de Goebbels, y pronto adquirió la forma imperativa de un proverbio popular, retomada por poetas y pensadores. Pero no se registra ningún caso en el que haya sido publicada por alguien en discurso directo y en nombre propio como un mandato de mentir.

[1] Nazi es un epíteto inventado por los enemigos del Nacional Socialismo (NS), ni Hitler, ni sus hombres jamás se llamaron a sí mismos “nazis”


Nota aclaratoria:

Esto es historia documentada. La transcripción es textual, y no necesariamente implica aceptación, aprobación o coincidencia con lo expresado por cada uno de los autores o documentos transcriptos.
(Ver Nota aclaratoria)

Fuentes:

- Nacionalismo Católico San Juan Bautista - www.ncsanjuanbautista.com.ar
- www.lagazeta.com.ar

Copyright © La Gazeta Federal



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- Miente, mientes, que algo queda.
- La profesia de Goebbels.

Fuente: www.lagazeta.com.ar

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